ASPECTOS FUNDAMENTALES DEL POSICIONAMIENTO NATURAL:
LA ARQUITECTURA WEB 1
Al contrario de lo que se piensa, las claves del posicionamiento no son:
- Ni el contenido (habrás oído que el contenido es el rey)
- Ni las palabras clave (dentro de títulos, metadescripciones, contenido, etc., las palabras clave suelen ser el objetivo último)
- Ni siquiera el link building (sin link building no hay posicionamiento, eso es cierto)
Lo que acabo de afirmar no es lo más ortodoxo, lo sé. Sin embargo, tengo mis razones para hacer tal aseveración; hace un tiempo, simplemente, me pregunté: ¿cuál de todos los factores es aquél sin el cual un buen posicionamiento es totalmente imposible, aunque se lleve muy bien a cabo el resto?
Así, fui descartando…
- Por muy buen contenido que tenga, original (no copiado), interesante, etc., si Google no me “detecta”, primero y, segundo, si no indexa adecuadamente mi web, de nada me sirve escribir 500 posts buenísimos sobre Coaching, por ejemplo. De poco me sirve también el hecho de que publique frecuentemente y se compartan mis artículos en las redes sociales y en ellas se me considere una autoridad.
- Por muy bien identificadas (que generalmente no lo son) que estén mis palabras clave, por muy estratégicamente colocadas tanto en los títulos de las páginas, como de los posts, como en el contenido, etc., de nada me sirve si no se lo pongo fácil a Google para que las detecte y se haga una idea bien clara de la temática de mi web.
- Por mucha cantidad de backlinks que obtenga gracias a que me lo he “currado” a tope en mi linkbuilding, de poco me servirá si, cuando Google llega a mi web rastreando esas otras páginas que apuntan hacia ella, le dificulto la tarea de identificar de qué va.
[Recuerda que de lo anterior (rastreo, indexar, cómo opera Google…) hemos hablado algo más extensamente en el capítulo dos de este Curso Básico de Marketing Online para Emprendedores. Ve a los enlaces correspondientes para más información link building, backlinks y palabras clave].
Así que, sucesivamente, fui descartando factores que sí, son primordiales, pero no tanto como la estructura o, mejor dicho, la arquitectura web. Para mí esto es la base fundamental de cualquier plan de marketing online y SEO “decente”.
En el 99% de los casos que he visto (tanto de clientes como no clientes), esto es algo que se pospone o, lo que es peor, se ignora por completo y es el error más grave que se puede cometer. La arquitectura es el esqueleto que sostiene tu web, o como los cimientos y muros de carga de una construcción.
Si vas a construir una casa, estoy segura de que no empiezas por comprar los revestimientos o el mobiliario ni comienzas por el tejado, ¿verdad que no? Seguramente lo que haces es, primero, planificar y establecer qué tipo de casa quieres, diseñar (o hacer que te diseñen) los planos, la arquitectura, con sus cimientos, sus muros de contención… ¿cierto?
Pues con la web es… debería ser, lo mismo. Solo que normalmente tenemos mucha prisa y hacemos las cosas a trompicones y a matacaballo sin pensar en las consecuencias. Total, “solo es una web”.
“Y es que…” – recordando la frase, ya célebre, del Consejero de Sanidad de Madrid: “…no hace falta un máster para ponerse un traje”. Ya, que se lo cuenten a Teresa Romero. Tampoco hace falta un máster para hacer una web, cierto. Pero las consecuencias, y por favor, sin intención de comparar ni trivializar el asunto tan serio que ha sido el caso de Teresa, pueden ser muy perjudiciales.
¿Dejarías morir una planta porque sí? ¿Pondrías una mera tirita a alguien que tiene una brecha? ¿Para qué quieres músculos si no tienes esqueleto?
Escenario nº 1: “Yo no tengo tiempo ni ganas para dedicarle a la web, ya tengo bastante con gestionar mi negocio offline, como para tener que hacer lo mismo online”.
Muy habitual y muy respetable.
Te estás planteando hacer una web, pero sabes positivamente que no vas a llevar a cabo ningún tipo de acción de marketing online. No tienes tiempo, te da pereza o simplemente, no quieres dedicarle el esfuerzo que imaginas que conlleva. Da igual si la haces tú mismo o la mandas hacer. Ten en cuenta la arquitectura, sí o sí. Si no, es casi como si no tuvieras web. Un cuerpo sin esqueleto. ¿Para qué quieres músculos si no tienes esqueleto?
¿Por? Pues porque lo mínimo que debes hacer es preparar y configurar la web para que, por lo menos, no EVITE por sí misma posicionarse. No es que no se posicione, sino que hará lo adecuado para hacer todo lo contrario, para perjudicar su posicionamiento ella solita, por tu “omisión de socorro”, claro. ¿Crees que esto no es posible? Piensa otra vez. A mí a veces me parece que tienen vida y mente propias. Te darás cuenta (o no) de que en ocasiones, sin tú hacer nada, cambia su posicionamiento como por arte de magia, tanto para arriba como para abajo (esto tiene una explicación, pero no quiero entrar ahora en detalles). Así que no lo dudes, una web mal configurada puede casi auto-destruirse sin que tú tomes partido en ello.
O sea, para que nos entendamos, por lo menos déjala lista para que vaya, aunque muy lentamente, posicionándose un poco ella sola. Ya que sabes con certeza que eso del marketing online no va contigo, que no tienes tiempo de dedicarte a posicionar tu web o a hacer email marketing o labores de Community Management, al menos no dejes morir a tu web sin hacer nada de nada: ni una triste configuración, ni un triste enlace HTML interno con sus textos ancla, ni un triste menú diseñado con un mínimo de técnica.
Es como si tienes una planta de interior de la que no quieres cuidar activamente, pero al menos, ¡no la dejes ahí fuera en pleno invierno para que se congele! Solamente es cuestión de ponerla desde el principio en una maceta apropiada, con el tipo de tierra que le va bien, traerla al interior y regarla de vez en cuando. Tampoco es tan complicado, ¿no?
Pues con tu web es parecido. Si no quieres cuidar de ella de forma activa, haz lo mínimo para que no muera de frío.
Escenario nº 2: “Si, bueno, quizá algún día me plantee eso del posicionamiento y el marketing online, pero ya si eso ya…”.
Elección muy respetable igualmente. Pero aun así, has de prestarle atención al fundamento clave de la web, la arquitectura, porque de lo contrario, cuando te dé por empezar a preocuparte del posicionamiento, la web estará en muy malas condiciones para ser posicionada. Sería como tratar de recuperar un tronco de Brasil que dejaste a la intemperie en invierno y está podrido por dentro, por no decir en las últimas.
De nada sirve poner tiritas a una web “abandonada” a su suerte, casi muerta de inanición, para intentar posicionarla. Si está mal configurada, con contenido deficiente, o con palabras clave mal identificadas. Las tiritas no curan enfermedades ni resuelven nada. Solo evitan una mayor catástrofe.
Pero, ¿qué se considera arquitectura de una web?
Qué buena pregunta.
Como decía al principio, la arquitectura (que yo a veces llamo estructura, porque habitualmente me refiero más a la estructura interna) es el esqueleto de tu web, lo que la sostiene en pie. Ignorar la arquitectura de tu web es osteoporosis prematura asegurada.
La arquitectura se compone, como yo lo veo, de tres elementos fundamentales:
- La estructura básica
- El contenido
- La apariencia
Dentro de cada una de éstas, hay factores que debemos tener en cuenta inexorablemente, como por ejemplo las palabras clave, la navegación o la experiencia del usuario.
Como ves en la imagen, hay un factor que se repite en las tres ocasiones. Las palabras clave. De ahí la importancia de identificar con el mayor grado de acierto posible las tuyas. Para no extenderme mucho aquí, en el post que pongo a continuación te explico que las palabras clave NO son, como habrás leído en multitud de posts por la web, los términos de tu web por los que quieres que te encuentren. Qué son de verdad las palabras clave.
En unos 10 días hablaremos de estos tres elementos en profundidad. Lo importante es que cale en ti que la arquitectura o la estructura es la base del posicionamiento y que sin ella, es prácticamente imposible.
Voy a dejar que maceres toda la información que te he dado hasta el próximo capítulo del curso. Quizá piensas “¡Pero si no me has contado nada!”. Espero que no te sientas así, porque lo que te acabo de contar es algo que no te dirán habitualmente y a la vez algo que te hará bien interiorizar, aunque sea de forma inconsciente. No tienes que estudiártelo ni tienes que hacer un esfuerzo por dejar que macere. No tienes que hacer nada. Si has leído todo, y con atención, la información simplemente se posará.
Es lo importante. Recuerda que, ante todo… soy coach. Sé lo que me digo.
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